¿Cómo podemos cohesionar al equipo emocionalmente en remoto?
Un llamamiento a ser más conscientes
Se me ocurre que es un buen momento para ser más conscientes, haciéndonos responsables de lo que cocreamos emocional y energéticamente como sistema. Y, en concreto, hacernos corresponsables de la relación que construimos como equipo y del campo emocional y energético que ésta genera. Tratar de manejar estos campos emocionales de manera que contribuyan a una mayor efectividad como equipo. Algunas cosas que podemos hacer:
- Hacer espacio para que todas las personas tengan la oportunidad de ser escuchadas. En la situación de trabajo virtual la escucha atenta, y desde la intención de comprender, se hace más necesaria. A partir de esa escucha, hacer preguntas para profundizar o añadir reflexiones a lo ya dicho. A menudo nos resulta más fácil escuchar a aquellas personas que están de acuerdo con nosotros y decidir que quienes callan también están de acuerdo. Es más difícil, y quizá más en la situación actual, aceptar o compartir opiniones críticas. A veces, en aras de una mal entendida “positividad”, rechazamos como “tóxica” la expresión de cosas que nos asustan o no nos gustan. Sin embargo, haciendo esto perdemos una información clave para el equipo.
- Actuar desde la creencia de que las opiniones individuales son, a la vez, expresiones de las necesidades personales y expresiones de las necesidades del equipo o de la organización, nos permite ver el sistema «equipo» al completo, nos ayuda a enfocar la atención en las necesidades colectivas, valorar todas las contribuciones, ser más conscientes del “nosotros “y extender el sentido de pertenencia. Además, para poder avanzar como equipo es necesario expresar las emociones, ideas u opiniones que están presentes en ese momento.
- En esta situación, donde la incertidumbre y nuestros temores son más intensos, podemos expresar nuestros peores miedos y también los mejores sueños para el equipo (sueños y miedos son las dos caras de la misma moneda). Esto nos permite rebajar la intensidad de nuestros temores, trabajar para acercarnos a nuestro mejor sueño, nuestro mejor futuro posible, y alejarnos de las líneas rojas que más tememos. Algunas preguntas que pueden ayudar:
- ¿Qué es lo que más temo que pase en el equipo? ¿En qué se basa este miedo?
- ¿Qué es lo mejor que nos puede pasar? ¿Cuál es mi mejor sueño para el equipo?
- ¿Cómo podemos como equipo acercarnos a nuestro mejor sueño y alejarnos del peor miedo? ¿A qué nos podemos comprometer?
- ¿Hasta dónde lo estamos consiguiendo? ¿Dónde estamos? ¿Qué necesitamos ajustar?
- Ser más conscientes de nuestras actitudes, del lugar desde donde vamos a trabajar en equipo, en una reunión virtual o en el trabajo posterior, para poder ser intencionales en lo que queremos construir. También cuando la interacción del equipo es virtual cada persona tiene un impacto que crea algo emocional y energéticamente. Si en nuestras interacciones virtuales nos tomamos un tiempo para examinar el estado emocional del equipo y de cada una de las personas que lo componen, podemos identificar qué actitudes pueden contribuir a generar un campo emocional que facilite un trabajo efectivo. Algunos ejemplos de actitudes son los siguientes: confianza, respeto, colaboración, alegría, compasión, curiosidad, empatía, compromiso … Recojo de Anne Rod (“Creating intelligent teams”) algunas preguntas que nos pueden ayudar y que pueden ser una buena actividad de «check in», un poco más largo de lo habitual:
- ¿Dónde está el equipo desde un punto de vista emocional y energético en este momento? ¿Qué necesitamos en general y de cada persona del equipo?
- ¿Dónde estoy yo emocional y energéticamente y qué impacto es probable que cree desde ahí?
- ¿Qué impacto quiero crear en el equipo?
- ¿Qué actitud puedo utilizar para crear el impacto que quiero tener?
En resumen, podemos ser conscientes de lo que sí depende de nosotros y de nosotras, y ser más intencionales en nuestras interacciones para cocrear aquello que nos ayuda como equipo evitando aquello que dificulte la relación y el trabajo efectivo. Nos ayudará mucho, en virtual y en presencial, mirarnos con buenos ojos y actuar desde la creencia de que las personas tenemos, en principio, una intención positiva cuando vamos a trabajar.
Maru Sarasola