¿Qué es lo que hace que valores una formación como buena, muy buena o incluso excelente?
Cada uno/a tenemos nuestros criterios de evaluación propios.
En mi caso, la claridad en los conceptos presentados es importante, ver la utilidad o practicidad de esa teoría en mi trabajo es muy importante, pero lo que realmente marca la diferencia, lo que para mí eleva una formación a la categoría de excelente, es que me lleve a integrar realmente los conceptos… sentirlos, tener la sensación de agarrarlos, ese “click” en mi interior al comprobar que todo cobra sentido…y si además disfruto…
Pues bien, puedo decir entonces, que hace un par de semanas tuve la fortuna de participar en una formación Excelente:
“Programa avanzado en constelaciones sistémicas en organizaciones” con el experto italiano Georg Senoner y organizado por Emana en Bilbao.
Georg Senoner marcó la diferencia:
Fue claro en los conceptos y modelos presentados, mostró con sencillez la aplicabilidad de las constelaciones sistémicas en el trabajo de consultoría y coaching en las empresas, pero sobre todo, observarle trabajar en directo con clientes reales fue clave para mí.
Clave ya que cobró sentido en mi interior una de las leyes sistémicas planteadas por Humberto Maturana que hasta entonces, me doy cuenta ahora, sólo entendía intelectualmente:
“Cada vez que en un conjunto de elementos comienzan a conservarse ciertas relaciones, se abre espacio para que todo cambie en torno a las relaciones que se conservan”
Georg, con su actitud y forma de facilitar la constelación, es fiel a esta ley sistémica. Él actúa como punto de referencia, punto firme, necesario para crear las condiciones de manera que el resto pueda cambiar:
- Su serenidad ante la incertidumbre del resultado de la constelación.
- Su calma ante el “no saber” por dónde tirar en un momento dado o con casos complejos.
- Respeta y recuerda constantemente el marco del sistema: siempre hace referencia a la pregunta que el cliente quiere trabajar ya que según se avanza en la el trabajo de constelación pueden abrirse otros “frentes” en donde es fácil entrar.
- Es fiel a la estructura que elige para la constelación y la mantiene, a no ser que sienta que no está siendo útil para el tema planteado por el cliente.
- Su paciencia ante las dudas o dispersión de ideas del cliente.
- Transmite confianza al cliente, confianza en la capacidad de éste para manejar/vivir su mundo. En definitiva, un respeto total del cliente.
“La persona que facilita la constelación debe ser ese elemento que se conserva para que todo pueda cambiar en torno”.
Grazie mille Georg per questo dono!
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