Son muchas las personas que en los últimos años se han sorprendido de que una chica “seria” como yo esté metida en el mundo de las constelaciones organizacionales (palabra desafortunada donde las haya… por cierto…).
Hace casi 10 años tuve la oportunidad de conocer una herramienta de trabajo para acompañar a personas, a equipos, a organizaciones… ¡Y que funciona!. Funciona en el diagnóstico, permitiendo ver elementos, relaciones, posibilidades no evidentes y funciona en la intervención, ayudando muchas veces a dar un primer paso que permite desatascar una situación.
El trabajo con constelaciones organizacionales no tiene nada que ver con la magia ni con lo esotérico. Tiene que ver con alinear el conocimiento que “los sistemas saben que saben con el que no saben que saben… pero también saben”. Tiene que ver con aprender a mirar desde otros lugares, con hacerse preguntas diferentes, con hacer caso a otras fuentes de información, como por ejemplo nuestra percepción.
Uno de las personas más importantes en el desarrollo de esta herramienta, es sin duda Jan Jacob Stam, quien ha pasado los últimos 20 años recorriendo el mundo dando a conocer las constelaciones organizacionales.
Jan Jacob es sin duda uno de los mejores facilitadores del mundo. Creo que su pasión, la conexión desde la que trabaja y la constante evolución de su propuesta le sitúan sin dudas en ese lugar. Si te interesa leer algo escrito por el, te recomiendo “Campos de conexión. La práctica de las constelaciones organizacionales”.
Y si quieres verle, te animo a que visualices un vídeo que grabamos la última vez que estuvo en Bilbao (con subtítulos) en el que explica su forma de ver el trabajo con constelaciones.
Para aprender de su maestría o trabajar alguna situación de dificultad en organizaciones, lo tendremos en Bilbao el 9 y 10 de octubre ofreciendo un taller práctico sobre “Herramientas sistémicas para gestión del cambio”.
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