En un mundo cada vez más digital y visual, el poder del Visual Thinking se configura como un Lenguaje estratégico para conectar, comunicar y ponernos en acción de manera más efectiva.
El uso del Lenguaje Visual estratégico puede ser muy útil en la toma de decisiones de un equipo, ya que facilita la comprensión, el análisis y la visualización de las diferentes opciones. Es como si dibujáramos rutas y mapas que tienen sentido y nos ayudan a avanzar, actuar y movernos en una dirección compartida.
El Lenguaje visual nos permite darle forma y dotar de fondo a nuestra estrategia.
La forma (o trazar el camino y nuestro lugar en él).
- Necesitamos un lugar desde el que comenzar.
- Un resultado o punto final al que queremos llegar.
- Desarrollar con claridad y foco el mensaje y la llamada a la acción.
- Conectando con la emoción. Leí una vez en una servilleta que no se trata de entender, se trata de sentir.
El fondo (darle sentido a nuestros pasos).
Hay cuatro elementos que nos ayudan a visualizar el contenido y el fondo de nuestra estrategia y su comunicación (tanto interna como externa). Podemos utilizar el Lenguaje Visual para estructurar y componer esa narrativa estratégica en base a:
- Los datos, el orden y la estructura.
- La conexión y vínculo.
- El movimiento, la acción y los pasos a seguir.
- El reto y la innovación.
Visualiza el dato: Necesitamos argumentos, datos de cash flow, estructura y orden para entender la realidad. Datos y más datos, rayas, cuadrados, hojas Excel, orden, secuencia…
Visualiza la conexión y el vínculo: Lo que hacemos, lo que somos, lo que movemos… tiene que ver con personas que conectan con personas. Necesitamos vínculos, un propósito que seguir, unos valores que nos guíen. Necesitamos ser en relación con. Formamos parte de narrativas de sentido que nos aglutinan.
Visualiza la acción, el movimiento: Nuestros equipos, nuestras empresas, están orientados a hacer. Concretar, hacer tangible el movimiento, las decisiones, los planes de acción, y seguir adelante. Ofreciendo dirección, secuencia y visualizando la fuerza y la energía de nuestros objetivos.
Visualiza lo nuevo, abre trazos a lo posible: ¿Qué hay del reto, del estímulo, de la ambición? Qué hay del «un poco más». Qué hay de los sueños, de crear, de aventurar. De arriesgar e innovar. Visualiza lugares nuevos y abre posibilidades para explorar.
Si lo cruzamos todo, obtenemos un mapa* que te ofrece el Lenguaje Visual para situarte y ver dónde estás o estáis como equipo, dónde te quieres u os queréis mover y tomar decisiones.
En una realidad en constante cambio e incertidumbre, nuestras estrategias necesitan desvelar los hechos, dotar de significado a la maraña de datos que manejamos. Aterrizar y argumentar. Ofrecer orden y estructura.
Necesitamos ofrecer una síntesis y darle sentido a lo que hacemos: historias que generen una conexión emocional (propósitos, relaciones y caminos compartidos junto a las propias aspiraciones personales).
Visualizar los retos, inspiración y la sensación de contribuir a algo más grande.
Y aterrizar en rutas de acción que son guía para orientarnos a la hora de tomar las mejores decisiones. Y concretar pasos concretos (organizativos y personales) que nos sirvan de aterrizaje y nos hagan movernos en esa dirección.
¿Te animas a dibujar tu estrategia?
*Este mapa juega con lo que propone el modelo de estilos relacionales de Bridge.
0 comentarios