Esta frase la pronunció Weber en el taller que facilitó en el Congreso Internacional de Constelaciones Organizacionales (IOCTI) organizado por Visión Sistemica en Mexico en 2010.
Me gusta rescatarla en un momento en el que la conciencia sobre la confusión de terminos ocupa algunas conversaciones entre las personas atrapadas por una o ambas áreas confundidas; las constelaciones y la perspectiva sistémica.
Escuchar a Gunthard Weber es asomarte al origen del trabajo con constelaciones. Terapeuta familiar sistemico acompaño a Bert Hellinger en sus primeros talleres a comienzos de los 90. De aquel primer trabajo, en el que comenzaba a coger forma esta manera de trabajar y algunos de los principios o claves fruto de la abstracción de lo observado, escribió el libro “La Felicidad Dual”. Uno de los primeros textos sobre el trabajo con Constelaciones Familiares además de ser seguramente el más claro de cuantos se hayan publicado.
Cuando le pedí que me dedicase “Felicidad dual” le dije algo así como “Fue mi primer libro sobre constelaciones” a lo que el respondió “También para mi”.
En aquel tiempo solicitaron a Hellinger explorar con esta manera de trabajar en organizaciones empresariales. Éste pidió ayuda a Weber. Sería precioso acceder a cualquier video que recogiera algo de este trabajo. ¿Quién estaba delante, quién detrás? Me imagino un abordaje más parecido a personas con ancestros en relación laboral.
En esta época y en revancha por el rechazo de sus compañeros y compañeras de terapia familiar a esta “metodologia” es cuando comienzan a utilizar el apellido “sistemico” a este trabajo. Me gusta conocer este origen. No hace más sencillo el entuerto pero ayuda a coger perspectiva.
Y ahora viene a Bilbao. Estos privilegios que nos brinda Emana. Yo tengo apuntado en rojo la fecha. En aquella ocasión fue una oportunidad para unir mundos. Para recuperar estrategias para influir en sistemas complejos no tanto desde una herramienta “espacial” como de una mirada lucida y conversaciones profundas, paradojicas e hipnotizadoras.
Cuando me imagino este taller me imagino una oportunidad para:
- Conectar con la historia, con el origen (al menos uno de ellos). El más cercano posible al primer trabajo con constelaciones en organizaciones profesionales. Acceder a la fuente ayuda a entender cuanto de carácter personal impregna a las corrientes, relativiza y enraiza.
- Aprender a manejarnos en conversaciones que juegan con el inconsciente. Que exploran lo invisible, preguntan por triángulos, alianzas, beneficios secundarios,… Preguntas que dibujan círculos, exploran los patrones, las excepciones,…
- Explorar estrategias de trabajo con organizaciones familiares. Conocemos la dificultad y la fortaleza de esta mezcla. Hay estrategias que buscan diferenciar roles y funciones empresariales de lugar que ocupamos en la familia. Otras buscan los desequilibrios en uno o en otro área para entender la disfunción en el otro…
- Sabiduría. La del saber y la practica repetida y reposada. Energía desapegada de peleas y seducciones. Conocimiento amplio que cada vez conecta con más áreas de incertidumbre hasta desechar la necesidad de controlar y pretender saberlo todo.
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