an Jacob Stam (consultor sistémico y formador) ha construido una imagen en relación a las diferentes formas de crecimiento por las que puede transitar un sistema.
La secuencia parte de menor a mayor complejidad y profundidad en el impacto de este cambio en función de si en este se ponen en juego las partes del sistema, los patrones y/o su identidad global.
Creo que es una metáfora muy sugerente para reflexionar sobre el desarrollo organizacional y de los equipos
Cuando hablamos de desarrollo lo hacemos refiriéndonos a un retoño que avanza hacia árbol. El sistema crece hasta su máximo potencial. Sigue con los mismos patrones.
Avanzamos hacia una versión evolucionada y, a veces, llegamos a un punto donde no sabemos cómo avanzar. Pasamos de un lugar a otro y sentimos los límites, los límites del crecimiento.
Hay organizaciones que tienen potencial de desarrollo (dar un paso más) pero no avanzan porque no quieren sentirse vulnerables. Seguir en este cambio o transformación requiere sentirse vulnerable para desplegar el potencial de desarrollo.
En este espacio, que Jan Jacob llama de cambio o transición, seguimos manteniendo los patrones, pero con ellos desarrollamos acciones diferentes: nuevos productos, servicios…
Lo que aquí se muestra es la diversidad. Hacemos distinto con esos mismos patrones. En este caso, él nos hablaba de ir de A a B. Planificamos este avance, lo comunicamos y compartimos mientras avanzamos. No necesitamos dejar de producir ni cuestionar estructuras.
En el espacio que llama de reseteo el sistema conecta con todo su potencial y sabe que los patrones no sirven para dar un paso más. Todavía hay mucho potencial en las partes, pero los patrones están caducos.
Este proceso no es sencillo, pero es factible. Se trata de ejercitar también la escucha y preguntarnos si hay algo más de lo que hasta ahora hemos podido construir.
Podemos seguir haciendo lo mismo, sin embargo, necesitamos generar nuevos patrones.
La transformación requiere de un cambio relacional importante. En este caso realmente no sabemos a dónde vamos a llegar. Reconocemos el lugar cuando se ha llegado.
Las personas pueden ser las mismas, los patrones han debido de evolucionar y la identidad del sistema será diferente. Aunque, como hemos dicho, no sabremos en qué identidad nos transformaremos.
En este momento el orden se hace más líquido; requiere de deconstruir aspectos importantes para la organización, romper estructuras para crear algo nuevo. Requiere compromisos.
Hay algo de dejarnos llevar, estar muy conectados con los potenciales, emergentes y una energía de evolución.
Necesitamos incorporar esta posibilidad como otra opción de desarrollo o evolución. Los proyectos, organizaciones, equipos como sistemas también terminan.
Cuando aún hay energía para crear algo distinto es importante parar. Jan Jacob nos recuerda que esa energía es necesaria para crear algo nuevo.
Para seguir reflexionando
- ¿Qué te sugiere este acercamiento al cambio?
- ¿Puedes distinguir en qué momento se encuentran algunos de los proyectos o procesos que lideras o acompañas?
- ¿Qué crees que se necesita? ¿Desarrollar, cambiar, resetear, transformar, parar?
*Imagen: Miryam Artola de Muxote Potolo Bat
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