He podido comprobar como una pregunta bien hecha puede tener un efecto desencadenante con una rapidez que asombra. ¡Y qué difícil es hacer preguntas bien hechas!
En mi experiencia, Anton de Kroon es un artista de la Pregunta (con mayúsculas), consiguiendo desatascar temas que parecían de muy difícil acceso para facilitadores y clientes. Su enfoque sistémico le permite mirar de manera más amplia y así poder efectuar una pregunta, concisa, para develar patrones que están detrás de la pregunta original de los clientes.
El método de coaching breve que Anton desarrolla, hace que no solo sea rápido y efectivo, sino también muy preciso para tratar “lo que muchas veces está por detrás de los temas organizacionales”de los clientes, y son los temas del área familiar. Así, una simple pregunta desata una información que empieza a tener sentido para el cliente sin necesidad de ahondar mucho más en el contexto en el que lo estamos tratando. Una pregunta, una frase que le conecta al cliente con el origen del problema, para luego volver ya conociendo que el problema original puede ser visto desde otro lugar y que muchas veces no es tal cómo lo pensábamos.
Me gustaría compartir uno de los casos reales de Anton con una clienta de coaching, donde una pregunta permite ver una información que hasta el momento no había sido conectada con el tema original.
Anton de Kroon ofrecerá un taller en Barcelona donde nos mostrará su metodología de coaching, compatible con otras escuelas y acercamientos. Os invito a conocer y aprender cómo ser breves y efectivos en la intervención.
¡Es ridículo cuánto gano! por Anton de Kroon
A Sonja le encanta su trabajo, disfruta del trabajo que hace. Su único problema es que siente que gana demasiado.
Este problema es nuevo para mí. Interesante. Me pregunto: ¿qué es lo que crea la diferencia entre lo que ella piensa que debe ganar y lo que realmente gana? ¿Qué está desequilibrado aquí? ¿Qué es demasiado poco o demasiado? Esta discusión no ayuda de manera sistémica. Prefiero ampliar el problema, a fin de descubrir si esta cuestión sobre la ganancia es sólo un ejemplo de algo más grande. Porque, si este es el caso, la esencia del problema no está en la cantidad de lo que gana.
‘Para confirmar, ¿quieres decir que tu contribución a la empresa no justifica lo que obtienes a cambio? O dicho con más violencia, ¿quieres decir que no vales la pena?
La veo tragar y luego asiente suavemente.
Esta situación me hace pensar en la teoría sobre el orden natural de los niños en la familia de origen. ¿Cómo se siente ella en ese lugar? Esto podría haberla influido para el resto de su vida.
«¿Puedo hacerte una pregunta extraña”-Ella acepta. “¿Cuál era tu lugar en el orden familiar?”
Es la cuarta niña después de sus tres hermanos. Y por sí misma continúa diciendo que su madre sentía fuertemente que tres hijos eran suficientes. Sólo el ardiente deseo de su padre había hecho posible el cuarto embarazo. «Y mi madre siempre me dijo que no valía la pena, que era demasiado.» Sonja dice que el embarazo había sido muy duro para su madre y que dar a luz también fue complicado.
Wow, la propia Sonja repite este mensaje: No valgo la pena.
“¡No vales la pena! ¡Qué fuerte mensaje! «-Estas son las únicas palabras que digo.
Y después de un rato le digo que quiero decir algo. Ella está de acuerdo.
“Una vez que estás presente en esta vida, ya no interesa cómo llegaste. Tú estás aquí, y el propósito de la vida es que la tomes, al máximo. La vida realmente te quiere. Si la vida no te quisiera, no estarías ahora aquí. Ha llegado el momento de que tomes la vida.Tómala, por completo. ¡Lo vales!”
Entonces, nos sentamos en silencio. Después de un rato nos miramos y sonreímos.
La pregunta sobre su lugar en el orden familiar no dio en el clavo, pero trajo la esencia como efecto secundario. Aparentemente, esto fue suficiente para entrar en el área familiar que correspondía.
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