Cuando se decide construir una formación como ésta, de la que hoy os voy a hablar, podéis imaginar el reto que supone. ¿Cómo podemos trabajar una distinta manera de ver una realidad sabiendo que, la propia palabra, activa realidades en el imaginario colectivo a través de su significado?
Os pongo un ejemplo. La letra “E” evoca muchos mundos. En la píldora formativa impulsada por Emana que he estado guiando, la E emergía sorprendida y flirteaba con la ENTROPÍA como la cara necesaria en el balance y el caos. En este caso, jugar con una manera de expresar un lugar META (esa mirada sistémica), brotaba la EQUIDISTANCIA donde una cosa y su contraria pueden convivir.
De este modo nos apoyábamos en las palabras para configurar nuevas realidades y esquivar la rigidez de visiones y modelos mentales que nos guían a los patrones que queremos o deseamos cuestionar. Esta es una bonita manera de hacerlo (cuestionar) sin sentirnos amenazados por ello, el juego a través de la palabra y de lo que la misma proyecta.
La experiencia de del ABeCedario sistémico ha sido magnífica. A mí también me ha gustado escuchar y poner a bailar palabras que las personas participantes han propuesto. Entre esas palabras, algunas coinciden cien por cien con mi manera de entender la “sistémica”. Otras, me resuenan con marcos paralelos o con cruces muy sutiles. Y otras me descolocan.
Terminado el ejercicio, me llega una imagen de círculos concéntricos que nos proporciona información interesante sobre nuestra manera de percibir y construir y cómo podríamos hacerlo distinto. Si utilizáis esta misma propuesta de imagen de círculos concéntricos conmigo, en vuestra opinión, ¿qué palabras del abecedario estarían en el primer círculo (coinciden), cuáles en el segundo (me resuenan) y cuáles en el tercero (me descolocan)?
Esta ha sido, entre otras, una de las formas en las que hemos abordado el desafío de lo complejo a través de las letras. En este contexto, la palabra que me ha hecho mucho sentido ha sido GRATITUD. Como decía una buena amiga y profesora hace unos años: “Si solo tuviera tiempo para hacer un solo movimiento en una organización, les pediría que se miraran a los ojos y se dijeran GRACIAS”.
Así finalizo este breve post; esta formación ha sido un experiencia que seguro nos abre a otras, y eso es mucho de lo que yo busco. Así que, de nuevo, GRACIAS.
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