“No hay prueba más concluyente de la capacidad de un hombre para liderar a otros que ver lo que hace día a día para liderarse a sí mismo.” – Thomas Watson
Esta frase nos invita a mirar algo esencial: el rol del liderazgo está íntimamente conectado con la persona que lo habita.
La forma en la que una persona líder se posiciona —desde la escasez o desde la abundancia— no solo impacta su experiencia personal, sino también la dinámica de todo su equipo.
¿Cómo impacta ese posicionamiento en el equipo?
¿Qué pasa cuando un equipo siente que “no hay suficiente”? ¿Y qué ocurre cuando experimenta una sensación de abundancia?
Si entendemos que liderar es impactar, y que ese impacto es inevitable, entonces cada gesto, palabra o decisión del liderazgo reconfigura el sistema.
¿Qué transmite un liderazgo desde la escasez?
- “Cuidado, no hay suficiente.”
- “No tenemos tiempo para probar cosas nuevas.”
Resultado: competencia interna, retención de información, parálisis.
¿Qué transmite un liderazgo desde la abundancia?
- “¿Qué podemos hacer con el tiempo que sí tenemos?”
- “Con los recursos disponibles… ¿qué es posible?”
Resultado: colaboración, confianza, apertura a la posibilidad.
Esto no cambia la realidad, pero abre una forma distinta de gestionarla. Es una invitación a observar los recursos desde otro lugar.
Patrones de relación
Desde la escasez: un liderazgo centrado en la falta —de tiempo, dinero, talento, oportunidades— tiende a reforzar un circuito cerrado en el que el equipo se protege, se contrae, y reduce su capacidad de innovación.
Desde la abundancia: un liderazgo que reconoce los límites, pero también busca activamente los recursos internos y externos, permite que el equipo vea oportunidades en lugar de restricciones y abre espacio para nuevas soluciones.
Un ejemplo ante un mismo problema:
- Líder que dice: “No tenemos tiempo para probar cosas nuevas” → refuerza el miedo a la escasez de tiempo.
- Líder que dice: “¿Qué podemos hacer con el tiempo que sí tenemos?” → activa una mentalidad de recursos disponibles.
La mirada desde la escasez restringe la acción del equipo, que prefiere buscar seguridad.
La mirada desde la abundancia expande su capacidad y genera nuevas soluciones.
Qué podemos hacer
Mirando desde el Cuadrado de Valores
Podemos observar esta tensión entre abundancia y escasez desde el marco del Cuadrado de Valores, que permite salir de la lógica binaria de “bueno/malo” para explorar los matices. Esto nos permitirá abordar el tema sin caer en juicios ni oposiciones simples del tipo “abundancia es buena / escasez es mala”.
La escasez puede entenderse como una exageración de valores legítimos como la prudencia, la suficiencia o el cuidado de los recursos.

Así, en el Cuadrado de Valores de esta tensión podríamos ver:
- La abundancia en su estado de riqueza: apertura, confianza, visión de posibilidades.
- Otro valor en tensión en estado de riqueza (por ejemplo, la suficiencia o el discernimiento), que aporta realismo y cuidado.
- La exageración de la abundancia: fantasía, negación de límites, exceso sin criterios claros.
- La exageración del otro valor: por ejemplo, la prudencia, que deriva en mentalidad de escasez y se expresa en miedo y parálisis.
Lo que buscamos es una virtud integradora, una forma de liderar que sostenga la tensión entre confiar en los recursos al tiempo que se cuidan los límites.
Una posibilidad es: “Liderar con suficiencia consciente”: es decir, reconocer lo que hay, cuidar los recursos y priorizar lo importante. Sin caer ni en la ansiedad por lo que falta, ni caer en la fantasía de que existe una abundancia sin límites.
Mirando desde el Triángulo SySt®
También podemos observar esta relación con los recursos, y observar qué tipo de liderazgo emerge, desde la mirada del Triángulo SySt®, que nos permite explorar desde tres planos:
- ¿Cómo me relaciono con los recursos disponibles? ¿Los valoro, los ignoro, los cuido, los comparto?
- ¿Qué sé sobre cómo gestionarlos? ¿Cómo priorizo, cómo defino límites, cómo abro posibilidades?
- ¿Cómo actúo? ¿Qué comportamientos concretos generan confianza o refuerzan el temor?

Esta mirada nos permite identificar si estamos operando desde una relación restrictiva o expansiva con los recursos. Y, a partir de ahí, ver qué tipo de liderazgo estamos ejerciendo.
Siguiente paso: Una frase para anclar el liderazgo
Una forma de empezar a integrar esta reflexión es construir una frase de liderazgo que te sirva como guía. Una declaración breve que sintetice tu forma de liderar los recursos desde la abundancia consciente.
Algunas guías para construirla:
- Que incluya una actitud concreta (confiar, priorizar, compartir, cuidar, elegir, activar…).
- Que esté conectada con una acción o intención realista.
- Que refleje una forma de liderar desde una integración entre límites y posibilidades.
Por ejemplo:
- “Voy a priorizar lo importante sin caer en la urgencia constante.”
- “Elijo actuar desde lo que sí hay, sin negar lo que falta.”
- “Confío en que con lo que tenemos hoy ya podemos avanzar.”
Estas frases pueden actuar como anclas o recordatorios de una posición más equilibrada y sistémica frente a la abundancia y la escasez.
¿Y si lo que condiciona es la historia?
A veces, las personas líderes actúan desde una mentalidad de escasez heredada. Crisis previas, entornos inciertos o experiencias difíciles pueden dejar una huella que condiciona el presente.
Por eso, vale la pena preguntarse:
- ¿Esta mentalidad de escasez aún tiene sentido hoy?
- ¿O estoy liderando con “gafas viejas” en una realidad nueva?
Liderar desde la abundancia es generar valor compartido
Liderar desde la abundancia no es negar la dificultad, sino elegir cómo nos posicionamos ante ella.
Peter Drucker decía que la misión del liderazgo es alinear las fortalezas de la organización de manera que las debilidades se vuelvan irrelevantes. En esa alineación, hay una mentalidad de abundancia que no se impone, se cultiva.
¿Y tú, desde dónde lideras?
Algunas preguntas que pueden ayudarte a explorarlo:
- ¿Tu liderazgo genera confianza en los recursos disponibles o refuerza la idea de que “nunca hay suficiente”?
- ¿Tus decisiones transmiten escasez o abundancia?
- ¿Cómo impacta la forma en que lideras en la percepción de tu equipo sobre la abundancia o la escasez?
- ¿Qué harías diferente mañana si decidieras liderar desde la abundancia?
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