Hace unas semanas nos preguntábamos si todos los cierres organizacionales son iguales. Decíamos que cuando hablamos de cierres organizacionales podemos evocar diversas realidades que pueden identificarse como “cierre”.
Además, cada persona tenemos una manera diferente de abordar las diversas situaciones que vivimos como cierre. Hay quien prefiere seguir adelante como si nada hubiese pasado, o quien sabe que ese cierre debe darse pero nunca ve el momento de llevarlo a cabo.
Esto mismo sucede en los equipos y en las empresas. Cada una, cada uno, vive el cierre de acuerdo con su contexto y su cultura.
En un intento por acotar la casuística, proponíamos una clasificación que, lejos de querer ser cerrada, nos aporta pistas para habitar algo mejor estas situaciones de cierre organizacional.
5 tipos de cierre organizacional
Recordaremos que un cierre NAIF la organización no admite que ha habido un cierre, que algo se ha muerto para renacer. Se acabó lo anterior porque empezó lo nuevo. La energía está en lo nuevo y lo anterior, desaparece.
En el cierre CIEGO la organización o equipo no ve los síntomas, no es consciente de que está “en cierre”. La inercia lleva a personas y equipos a seguir aún sin saber muy bien hacia dónde.
Hablábamos también del cierre FANTASMA, aquel que genera resignación porque se sabe que es un cierre, aunque la incertidumbre pesa porque no se sabe cuándo se hace efectivo.
Hoy, además de estos tres, queremos mostraros el cierre GORE y el ZOMBIE.
En el primero, el cierre GORE, existe una decisión firme de cerrar. Esta decisión suena, como decimos, más a “amputación” que a cierre. La prisa por cerrar, o ejecutar una orden de cierre, es la que domina el proceso.
En el cierre ZOMBIE el conflicto suele ser el elemento dominante. Es más, en algunos casos, no se recuerda si el conflicto fue la causa de cierre o al revés, si el cierre provocó el conflicto. Lo que sí se ve es que este lo empaña todo y es difícil guiarse o guiar al equipo en esa niebla.
¿Podemos conocer mejor los cierres que hemos vivido?
Ahora te proponemos un ejercicio: piensa en un cierre organizacional que hayas vivido. ¿Te gustaría saber en qué categoría de las propuestas entra?.
Teniendo en cuenta la información que obtienes, ¿se te ocurren nuevas maneras de comunicar, acompañar o llevar a cabo un cierre en el futuro?
*Foto de Pixabay
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