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Cabalgata de Reyes y cultura organizacional

por | 18/01/2024

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«El algodón no engaña» ¿Recuerdas esa campaña publicitaria de un producto de limpieza que allá por 1984 consiguió hacer historia?

Además de aumentar sus ventas, consiguieron extender un concepto aplicable a muchos ámbitos: deporte, música, política, sanidad… Todavía hoy siguen apareciendo titulares en prensa que hacen referencia a esa metáfora.

Y en el entorno organizacional ¿cuántos de los procesos, programas y desarrollos no pasan la prueba del algodón?

¿Te atreverías a hacer la prueba?

El post que hoy compartimos se lo pedí a Asier Gallastegi después de escucharle otra metáfora similar en una sesión con un equipo de dirección. En esa ocasión, Asier utilizaba un relato para ilustrar las numerosas veces en las que, después de invertir recursos de todo tipo en una organización, «pasamos el algodón» y, ¡ohhhhh sorpresa!,… sale sucio 😉

Espero que las ideas que Asier nos comparte te inspiren.

Impulsar y sostener una cultura corporativa es uno de los retos que más comparten con nosotros las organizaciones con las que trabajamos. Todas y cada una de las personas tienen una opinión sobre lo que está ocurriendo, cuáles son las claves del éxito y dónde podríamos mejorar. A veces estos relatos no casan entre sí y las posibles soluciones chocan más que bailan

Alinear a personas diversas en torno a claves compartidas

La diversidad en los equipos no es exactamente una decisión. La propia naturaleza más individual, las características vinculadas a la antigüedad en la empresa, las funciones o el rol, las vivencias y las maneras de contarnos estas historias nos van matizando, colectivizando y también diferenciando.

Creo lícitas, y para esto colaboro en algunos proyectos, las estrategias que buscan alinear a las personas en base a una serie de valores o claves compartidas. Lo hago atento y crítico. No colaboro en procesos estéticos y, aunque a veces me pueda equivocar, procuro mantenerme activo en cierta desconfianza o precaución inicial.

Además, las personas con responsabilidad en los espacios de liderazgo de estas organizaciones (equipos de dirección, consejos rectores en cooperativas…) saben que esta cultura o claves no se pueden imponer. Que por interesante que nos puedan parecer estas propuestas, cuando se transmiten de una manera jerárquica y sin espacio para el contraste suelen tener un impacto perverso. Estamos invitando a ajustar nuestras identidades y aquí la alerta es mayúscula.

Con esta certeza presente comienzan todas las estrategias posibles para afianzar una cultura. Analizar dónde estamos, de dónde venimos, dónde queremos llegar, detectar los potenciales, definir una serie de claves, bajarlas a comportamientos, socializarlas, tenerlas presentes…

Coherencia entre mensajes y acciones

A veces estas acciones se parecen a una especie de conjuro mágico. Una vez realizados los rituales básicos se espera que todo el mundo baile la misma música. No suele ser así. Y entonces hablamos de la comunicación y de la necesidad de reforzar las iniciativas más alineadas y poner límite a aquello que atenta contra lo que queremos impulsar o sostener.

En el marco de una de estas conversaciones fue donde compartí una experiencia personal de hace unos años. Creo que fue la última cabalgata de Reyes a la que acompañé a mi hijo. Nos encontrábamos esperando a que llegarán sus majestades entre la multitud. Nunca he sido muy fan de estos eventos y quizás por eso, mientras los críos abrían sus ojos, yo los entrecerraba entre observador y murmurador.

Mi conversación tenía que ver con la incongruencia que sentía entre todos los mensajes que se construían con esfuerzo y dinero desde el ayuntamiento y lo que veía en este desfile. Imagino que fruto de una licitación laxa en contenido y férrea en los económico, las carrozas eran una fiesta de estereotipos machistas y racistas, por no hablar de las toneladas de azúcar en formato de caramelo que se lanzaban.

Sin entrar en detalles, mi reflexión estaba más vinculada a la oportunidad desaprovechada y a la incongruencia. No entendía, y sigo sin entender, que un ayuntamiento invierta dinero y esfuerzo en impulsar una carta de valores, la igualdad entre hombres y mujeres, una vida activa y saludable, interculturalidad… y permita, de manera inconsciente, un evento semejante.

Lo mismo me pasa en las organizaciones. Queremos reforzar la confianza desde una estrategia de comunicación más cercana y de escucha y, por ejemplo, repetimos las reuniones donde explicamos los resultados del año repitiendo exactamente todos los errores del año pasado. No puede ser. Podemos fallar y no contentar a todas las partes, pero que no sea por falta de atención.

Queremos reforzar la confianza desde una estrategia de comunicación más cercana y de escucha y, por ejemplo, repetimos las reuniones donde explicamos los resultados del año repitiendo exactamente todos los errores del año pasado. No puede ser.

“CABALGATA DE REYES”, este es el ancla. “Haceos una camiseta”. Necesitamos aprovechar cada hito para seguir reforzando la cultura que queremos transmitir. No será perfecto, pero será consciente y cuidado.

La pregunta es: ¿Cómo podemos hacer que este hito refuerce la cultura que queremos impulsar?

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